Un incendio producido en
una discoteca de Brasil repleta de estudiantes universitarios dejó
al menos 231 muerto, entre ellos 120 hombres y 111 mujeres, la
madrugada del domingo 24 de enero. La mayoría de ellos
asfixiados(intoxicados por gases tóxicos que se encontraban en la
humareda formada), aunque el pánico provocado por la rápida
expansión de la humareda y las puertas cerradas por los vigilantes
también figuran entre las causas de la tragedia.

Se dice que los músicos
intentaron apagar las primeras llamas pero que no lo lograron.
Además también afirman
algunos que el local tenia la licencia caducada desde agosto, y que
había mas personas de las permitidas.
Muchos testigos dicen que
solo había una salida y que debido a esto la evacuación fue más
complicada, por lo que los bomberos se vieron obligados a abrir
agujeros en las paredes para facilitar el acceso, y que los guardias
del establecimiento en primer lugar cerraron las puertas ya que
pensaban que la gente querían irse sin pagar.
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